Una de las científicas que ha conseguido por primera vez células madre embrionarias con el mismo ADN (clonadas) de un adulto es la bióloga española Nuria Martí Guitérrez, que emigró a Oregón (EE UU) después de ser despedida del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (España) en un ERE en 2011.
El trabajo es el primer éxito en humanos de la técnica que dio origen, por ejemplo, a la oveja Dolly, y permitirá, según los autores, extraer células madre que luego podrán diferenciarse en tejidos que el paciente necesite para un autotrasplante sin riesgo de rechazo. El ensayo, dirigido por Shoukhrat Mitalipov, de la prestigiosa OHSU (Oregon Health & Science University), se publicó este miércoles en la revista Cell.
La española, especializada en reproducción asistida, ha participado en el proceso de transferencia nuclear, derivación de células madre y mantenimiento de las líneas celulares como coordinadora de las donaciones ovocitarias en la universidad de Oregón, a donde llegó en febrero de 2012, tres meses después de entrar en el ERE del Centro de Investigación Príncipe Felipe. "Empezaron los rumores y como ya veía que la situación estaba muy mal en la Comunidd Valenciana, empecé a buscar otros laboratorios. Mandé el currículum aquí, porque conocía gente. Un día me enteré de que estaba en el ERE y al día siguiente me contestaba mi actual jefe aceptándome", ha contado en una entrevista en la Cadena SER.
Nacida en Madrid en 1979, se ha criado en Valencia, donde vive su familia. Aunque explica que la OHSU es uno de los mejores lugares del mundo para un embriólogo, reconoce que "da mucha rabia verse obligada a cambiar de vida" por la situación de la investigación en España. "Estás muy contenta porque te aceptan en este grupo, pero da mucha rabia, porque estás muy a gusto en tu ciudad, con tu familia y amigos". Su contrato en Oregón se va renovando año a año, aunque en principio su jefe cuenta con ella para cinco años. "Luego ya veremos. Me gustaría volver, pero tal y como están las cosas, no".
La científica describe como "un sueño" el haber formado parte del equipo que ha logrado la clonación de células madre embrionarias. "No me lo creía cuando empezamos a ver que funcionaba. He tenido mucha suerte por poder participar en este estudio", afirma. Entiende la polémica acerca de si supone un paso a la clonación de un ser humano, pero afirma que no concibe esa opción. "Solo nos fijamos en el enfoque terapéutico".
Martí se licenció en Biología en la Universidad de Valencia en 2003, y obtuvo un Máster en Biología Clínica y Experimental de la Reproducción en la Universidad de Alicante en 2004, con prácticas durante un año en el Hospital La Fe de Valencia. Comenzó a investigar en el Príncipe Felipe en el laboratorio de Miodrag Stojkovic, el primer europeo que clonó un embrión humano con fines terapéuticos, en el campo de transferencia nuclear de células somáticas.
La bióloga, que trabajaba en su tesis doctoral en el centro de investigación valenciano, se muestra pesimista acerca del estado de la ciencia en España. "Cada vez se invierte menos en ella y nos tenemos que ir. Tengo amigos repartidos por todo el mundo, la última, una prima que se ha ido al Karolinska en Estocolmo, uno de los mejores centros de investigación del mundo. Estamos bien preparados pero no tenemos futuro", relataba en 20 minutos.
El Centro de Investigación Príncipe Felipe, inaugurado en marzo de 2005 como buque insignia de la investigación biomédica española, ha sido víctima de los recortes en la comunidad con el déficit más alto. Tras reducir en 2011 a la mitad el dinero que el Gobierno valenciano destinaba a la institución (de 9,8 millones de euros en 2009 a 4,6 millones) y recortar más las ayudas para 2012 (4,4 millones), el ERE no solo supuso el despido de 113 de los 244 empleados, sino una rebaja media salarial del 12% y la desaparición de 14 de los 26 laboratorios existentes. El centro también ha perdido 1,7 millones de ayudas del Ministerio de Ciencia, al rebasar la Generalitat su límite de déficit.
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En el equipo de científicos estadounidenses que ha logrado obtener células madre embrionarias a partir de una célula adulta en humanos también se habla castellano. Una bióloga española, Nuria Martí Gutiérrez, ha participado activamente en este proyecto como coordinadora de las donaciones ovocitarias de la Universidad de Oregón.
Paradójicamente, Martí Gutiérrez, que hoy ha saltado a todos los titulares, fue despedida a finales de 2011 del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CPIF) de Valencia. La dirección de esta institución científica la incluyó entre los 114 afectados por el ERE que se ejecutó hace cerca de año y medio.
Licenciada en Biología en la Universidad de Valencia en 2003 y máster en Biología Clínica y Experimental de la Reproducción en la Universidad de Alicante en 2004, esta investigadora no llegó a engrosar las listas del paro porque había hecho los deberes mucho antes.
Nuria, que preparaba su tesis en el Príncipe Felipe, comenzó a enviar curriculums con los primeros rumores de despidos. La iniciativa dio sus frutos. De hecho, fue aceptada por la Universidad de Oregón apenas unas horas después de que le comunicaran formalmente su inclusión en el expediente de Regulación de Empleo.
"Al día siguiente de decirme que era una de las afectadas por el ERE mi actual jefe me contestó diciéndome que estaba interesado en que formara parte de su grupo. Aquí conocía gente y me gustaba el grupo, así que decidí primero probar aquí y si no salía, ya buscaría otras opciones. Pero tuve suerte y me ofreció la plaza", relata.
Tres meses después, en febrero del pasado año, emigró a Portland. Hasta hoy. En Valencia ha dejado a su familia y amigos. Y aunque reconoce que la Universidad de Oregon es "uno de los mejores sitios para trabajar" para un embriólogo lamenta su marcha forzosa de España.
"Estás muy contenta porque te aceptan en este grupo, pero da mucha rabia, estabas muy a gusto en tu ciudad con tu familia y amigos y te ves obligada a cambiar de vida", confesaba a la Cadena Ser.
Horas después, y tras una jornada de locos en la que su teléfono echaba humo, hace balance para ELMUNDO.es: "Ahora mismo sé que la mejor decisión que pude tomar fue irme. Estoy en uno de los mejores grupos de embriología del mundo".
En Estados Unidos tiene visado para los próximos cinco años, lo que en principio le garantiza una cierta seguridad a pesar de que su contrato se renueve año a año. Los proyectos de investigación al otro lado del Atlántico se plantean a medio plazo.
"Cuando acepté venir aquí uno de los requisitos de mi jefe era comprometerme a estar aquí unos años"., precisa. ¿Después? "Luego ya veremos. Me gustaría volver, pero tal y como están las cosas, no".
La opinión de Nuria sobre la investigación en España no difiere de la general: "Cada vez está más difícil. Se invierte cada vez menos, por lo que muchos grupos desaparecen y mucha gente se va al extranjero. Es una situación realmente triste", apunta con cierta resignación.
El éxito de esta científica española contrasta con el declive del centro de investigación en el que se formó, el Príncipe Felipe de Valencia, del que han salido en los últimos años más de un centenar de investigadores debido a los recortes del Gobierno valenciano.
Inaugurado en 2005 como una de las instituciones de referencia en Europa en el ámbito de la biomedicina, no sólo ha perdido gran parte de su capital humano. La tijera en el CIPF también ha supuesto la desaparición de 14 líneas de investigación. Entre ellas, el área donde trabajaba Nuria, la de medicina regenerativa.
Esta afirmación corresponde al que fuera jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Cáncer y presidente del Comité de Empresa, Rafael Pulido. Otro de los exiliados forzosos por el ERE, ha cambiado el sol de Valencia por la lluvia de Barakaldo, donde le han acogido con los brazos abiertos.
¿Y los antiguos compañeros de Martí Gutiérrez? "Muchos continúan en el paro y algunos han recuperado sus trabajos, pero con contratos más cortos", confiesa la investigadora.
Un drama para la Ciencia que este jueves incluso se coló en la sesión de control en las Cortes. Allí, una diputada de Esquerra Unida, Marina Albiol, preguntó por la situación de la investigación en la Comunidad Valenciana.
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La española que participó en la clonación de células se fue de España al ser despedida en un ERE
La genetista valenciana y experta en reproducción asistida, Nuria Martí Gutiérrez fue despedida en 2011 del Instituto Príncipe Felipe de Valencia en España.
Un equipo científico en Oregón en EEUU ha reprogramado exitosamente células de piel humana para que se conviertan en células madre capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula del cuerpo. En este equipo hay una única española, la genetista valenciana Nuria Martí Gutiérrez, que fue despedida en el reciente ERE del Instituto príncipe Felipe de Valencia.
Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, Martí se especializó en reproducción asistida en La Fe antes de iniciar su tesis doctoral en el centro de investigación. En 2011, con los primeros rumores de recortes en el Príncipe Felipe, solicitó una plaza en el laboratorio de ciencias reproductivas de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon. "Fue una buena decisión ya que me despidieron en el ERE", afirma la embrióloga. Desde entonces ya ha sido coautora de otro importante trabajo sobre tratamiento de enfermedades mitocondriales.
De acuerdo con el nuevo hallazgo publicado en la revista Cell, los científicos creen que las células madre podrían usarse para sustituir las células dañadas por enfermedades o lesiones, y en el tratamiento de males como el Parkinson, la esclerosis múltiple, las enfermedades cardiacas y las lesiones de la médula espinal. El trabajo es el primer éxito en humanos de la técnica que dio origen, por ejemplo, a la oveja Dolly, pero los autores insisten en que no se trata de obtener personas clonadas, sino en llegar a la fase de blastocisto del embrión (alrededor de los cinco o seis días de desarrollo) para extraer las células madre.
El procedimiento experimentado en Oregón podría afectar a la controversia que rodea el empleo de células madre cosechadas de embriones humanos. Numerosos expertos en ética y grupos religiosos cuestionan el uso de esos embriones obtenidos, principalmente, de clínicas de fertilidad.
El equipo lo integran investigadores de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón y el Centro Nacional de Investigación de Primates, y lo encabeza Shoukhrat Mitalipov, quien ya logró en 2007 la conversión de células de piel de mono en células madre.
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La bióloga Nuria Martí Gutiérrez se incorporó a la Universidad de Oregon en EEUU tras ser despedida en un ERE del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia de España.
La investigación que ha conseguido derivar células madre de embriones humanos clonados tiene como coautora a la bióloga española Nuria Martí Gutiérrez, que se ha incorporado a la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon (EE.UU.) después de ser despedida en un ERE del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia.
Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, Martí Gutiérrez se especializó en reproducción asistida en el hospital La Fe de Valencia antes de iniciar su tesis doctoral en el Centro de Investigación Príncipe Felipe. En el 2011, cuando empezaron a circular rumores de un ERE en dicho centro, decidió buscar alternativas y solicitó una plaza en el laboratorio de ciencias reproductivas de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon. “Fue una buena decisión ya que me despidieron en el ERE”, afirma.
Al margen de la nueva investigación sobre clonación terapéutica publicada ahora en Cell, también ha sido coautora de otro importante trabajo sobre tratamiento de enfermedades mitocondriales presentadO el pasado octubre en Nature.
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