Para ello se están instalando sobre el puente de la estación de ferrocarril londinense de Blackfriars una cubierta de 6.000 m2 formada por 4.400 paneles fotovoltaicos. Es un puente de estilo victoriano construido en 1886, a finales del verano se convertirá en el mayor puente solar del mundo.
La empresa Solarcentury está siendo la encargada de la instalación. Los paneles generarán unos 900.000 kWh / año y evitarán la emisión de 500 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La obra requerirá 14.000 toneladas de material, los cuales serán transportados en barco a través del río, con el fin de minimizar su impacto ambiental.
Hasta ahora, los mayores proyectos integrados en la arquitectónica urbana han sido la pasarela Kurilpa (Australia) y el “túnel del Sol” (Bélgica).
La pasarela es utilizada para el tránsito de peatones y ciclistas y utiliza sus 84 paneles fotovoltaicos para abastecer el 75% de su sistema de iluminación. Teniendo una producción media anual de 38 MWh. En el caso de que sobre energía, el excedente se almacena en unos acumuladores para después transferirse a la red principal.
El “túnel del Sol” utiliza 18.000 paneles fotovoltaicos para producir 3.300 MWh / año. La energía generada se utiliza tanto para mover los motores como para alimentar las infraestructuras ferroviarias, alumbrado y los paneles de señalización.
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